Víctor Heredia regresa a las cocinas de Chef Sierra para volver a luchar por el título de mejor cocinero de la Sierra de Cádiz. Para esta cuarta edición ha preparado un guiso de jabalí con garbanzos tagarninas y chantarelas.
En años anteriores nos ha deleitado con platos típicos como una olla con su pringá, y durante la pandemia realizó desde su casa increíbles elaboraciones como un flan de queso fresco de Cádiz o un cordero merino grazalemeño con almendras de Prado del Rey y verduras ecológicas. Como vemos, siempre teniendo en cuenta los productos de la zona con los que conseguir grandes platos.
Este cocinero viene desde el Mesón Los Alamillos en Grazalema, un establecimiento que orece desayunos, almuerzos y cenas, además de poder disfrutar de sus tapas y de un servicio de catering para eventos. El local está situado en un enclave privilegiado de la Sierra de Grazalema.
Conocemos a Víctor Heredia

Víctor Heredia comenzó desde muy joven a trabajar en las cocinas y con 16 años ya estaba en La Hacienda de Marbella (Málaga). «Estuve dos años de aprendiz, luego he pasado por más sitios y ahora soy el propietario y jefe de cocina del Mesón Los Alamillos». De su paso por Málaga recuerda la gran experiencia que adquirió en La Hacienda «empecé en el año 82 y en el 83 el establecimiento recibió la primera estrella Michelin de Andalucía».
Su primera elaboración fue «en un evento familiar, yo llevaría 6-7 meses trabajando y la familia me hizo cocinar. Estábamos en el campo e hice una caldereta de cabrito, y he de reconocer que me salió muy bueno».
A pesar de que Heredia se atreve con todos los ingredientes, hay una cocina que se le resiste ya que no le llama la atención, y es la cocina asiática.
Su plato favorito es «el puchero de toda la vida, con su pringá y todo, me encanta». Por ello, no podía ser de otra manera y fue uno de los platos con los que pasó a la segunda fase en la tercera edición del 2020. Esta comida la acompañaría de un vino de la zona, o bien de Arcos, de Setenil o de Prado del Rey.
Gracias a su dilatada trayectoria profesional, este chef tiene claro que el primer plato que le daría a un turista sería una paletilla de cordero, o un plato de olla. «El cordero, el cabrito y la carne marinada mi estilo, no están acostumbrados a comerlo».
Si Víctor tuviese que hacer las maletas e irse fuera de su tierra, no dudaría en meter embutidos, quesos y el aceite de oliva ya que «creo que me faltaría en el sitio en el que estuviera» y es que es imposible quedarse con uno de ellos.
Igualmente, en su cocina nunca falta el aceite de oliva y las legumbres.
Para Heredia, su mejor postre «son todos los postres caseros que se realizan en la Sierra, me da igual uno que otro. Son los que elaboraban nuestras madres antiguamente y eso me encanta».